Nos hemos cansado de la vieja política y de quienes nos han decepcionado con su indolencia. Hoy, luego de que nos reencontramos y nos reunimos para soñar con una nueva Constitución, estamos organizándonos para crear una alternativa a los mismos de siempre. Somos quienes no queremos que Chile vuelva a dormirse porque sabemos que de nosotras y nosotros depende que volvamos a decidir nuestro futuro. Queremos una democracia real, luchar por una vida digna, entregar un espacio para la organización territorial y construir un partido que sea un reflejo de esta fuerza común.
Queremos una democracia más directa, poder darle voz a los que no tienen voz. Compartimos con la mayoría de Chile el sentido de rabia e indignación, pero también compartimos el sentido de esperanzas que asumimos como un desafío. Impulsamos un Chile sustentable con un nuevo modelo de desarrollo, fin a la impunidad de los corruptos y violadores de derechos humanos, desmercantilización de los derechos sociales, estado plurinacional y, en definitiva, una sociedad donde el feminismo y la justicia social sean esenciales.
Por eso y más, el 25 de octubre Aprobamos Convención Constitucional.