Columna de Fernando Atria, Presidente de Fuerza Común.
«Los efectos del dictamen son claros: aunque será el juez el que decida, el dictamen beneficia a los empleadores que aleguen, justificadamente o no, fuerza mayor para negarse a pagar las remuneraciones. En esas “controversias” será citado alegremente por los empleadores, y a él tendrán que enfrentarse los trabajadores. La Dirección del Trabajo, cuya función es (como dice el DFL2/1967, que la creó) “velar por la correcta aplicación de las leyes que garantizan los derechos sociales de los trabajadores”, ha hecho exactamente lo contrario de lo que justifica su existencia».